Condiciones de estado de alarma hasta fin de año

“Tu abres tu negocio y puedes sacar y meter en el ERTE a quien quieras, pero sólo si los sacas durante el estado de alarma. Se ha ampliado ya hasta final de junio pero estamos negociando que sea hasta septiembre”, informa Antonio Luque, presidente de los hosteleros de Sevilla.

Ahora mismo, cuando un empresario hostelero reinserta a un trabajador al que haya metido en un ERTE, debe pagarle el 100% de su sueldo y el 15% de los seguros sociales, mientras que de el que sigue en ERTE sólo paga el 40% de los seguros. Pero si eso sucede en junio, la empresa pagará el 30% de los seguros sociales del trabajador reempleado y y el 50% de los que siguen en el ERTE.

Por otra parte existe la posibilidad de que, teniendo la posibilidad de hacerlo, si el empresario decide no abrir su negocio, pueda sufrir multas equivalentes al pago del 40% de los seguros sociales en mayo y el 50% en junio.

Estos aspectos son los que pretenden seguir negociando los empresarios, con idea de que las condiciones del estado de alarma se prolonguen incluso hasta final de año. “La explicación, en el caso de Sevilla, es lógica. Julio y agosto son temporada baja aquí y esas cifras pueden acabar de hundir al sector, que no ha podido obtener los números habituales en Semana Santa y Feria, temporada alta”.

El cliente sale más caro

El coste para el bar por atender a un cliente en su terraza subirá entre 0,70 y 1,10 euros a consecuencia de las medidas que los establecimientos deben tomar para poder abrir en la fase 1 de la desescalada.

Según informaron a Sevilla Post hosteleros de la ciudad, cosas como tener que dejar de usar servilleteros comunes para cambiarlos por servilletas individuales, ofrecer gel hidroalcohólico y guantes o que los lleven y usen sus camareros requieren una inversión que hace que el coste para el bar suba esa cantidad por cliente. A eso hay que sumar la limpieza y desinfección de sillas y mesas, así como el tiempo de espera entre cliente y cliente por este motivo.

La oscilación señalada depende de factores como la cantidad de mesas y sillas de que se disponga en la terraza y los horarios, es decir, las veces que pueda ser utilizada cada una de ellas.