domingo, 22 de abril de 2012

Un prestigioso profesional sevillano

Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944) es hoy una de las referencias de la literatura y el periodismo español del siglo XX. En 1921, justo mientras dejaba preparada la publicación de su primer libro, La ciudad –reeditado por Almuzara en 2011–, dedicado a Sevilla, marchó a Madrid para hacer carrera en el cambiante mundo del periodismo.
Chaves Nogales, ejerciendo su profesión.
Como redactor jefe de El Heraldo y director de Ahora, conquista la cima periodística con sus grandes reportajes denuncia sobre la Rusia bolchevique y los regímenes fascistas. 
Su obra literaria, entre el periodismo y la novela, dejó varios libros fascinantes de tema ruso, y en 1935 conquista un enorme éxito editorial con su Juan Belmonte, matador de toros. Con la guerra tuvo que abandonar España y, tras un periodo en París, del que surge buena parte de su libro La agonía de Francia (1941), se instala en Londres donde seguirá desarrollando una labor periodística internacional de primera fila. En el clima de exilio y guerra, una desafortunada intervención quirúrgica le produjo la muerte mientras preparaba un libro con los testimonios de refugiados de la ocupación alemana.

martes, 17 de abril de 2012

Poniendo en solfa los itinerarios

La lluvia en Semana Santa trae consigo, entre otras cosas, los aplazamientos en las salidas de las cofradías, algunos lógicos, pero la mayoría no tanto.
Y claro, cuando tardas en salir, tienes que recuperar ese tiempo perdido. Y habitualmente se consigue.
Y si hay riesgo de lluvia al final de tu jornada, tienes que correr para esquivarlo. Y habitualmente se consigue y se reduce el tiempo de la estación de penitencia.
Con todos estos silogismos se demuestra que los horarios e itinerarios de las cofradías son perfectamente revisables.
Que muchos de esos recorridos kilométricos y extensísimos en tiempo podrían ser recortados sin ningún problema, algo que seguramente agradecerían –dejémonos de pamplinas– tanto los machacados cuerpos de nazarenos como la imagen de las hermandades y de la Semana Santa en general.