domingo, 27 de marzo de 2011

Monteseirín comparó las Setas con la Catedral

Se dice que llegada la hora de proyectar la Catedral de Sevilla, responsables de tan magno proyecto dijeron algo así como: “hagamos una obra tal que los que la vieren nos tomen por locos”. Pues eso mismo dijo ayer el alcalde.
En un momento de su discurso y después de decir que las formas curvas de las Setas “casi evocan un barroco que aquí nos encanta” (a renglón seguido llamó al arquitecto Jürgen Mayer “macareno de Berlín”) afirmó sentirse “orgulloso de haber acometido una obra tal que…” Y lo dejó en los puntos suspensivos mientras sonreía ufano.
Al final, al declarar inaugurado el Metropol Parasol, declaró “inaugurada la Sevilla del siglo XXI”.
Resulta curioso que un hombre que ha basado buena parte de su imagen en la sencillez tuviera ayer los puntos megalómanos que tuvo.

Nombres y más nombres...

La inauguración de esta nueva plaza en el corazón del casco antiguo de la ciudad ha venido acompañada de la aparición de nuevos nombres, tanto populares como oficiales, que incluso han orillado el original de la Encarnación.
El más renombrado, las Setas. El oficial, rimbombante como él sólo, Espacio Metropol Parasol. También por su aspecto, los Gofres.
Otro oficial e incluso con azulejos trianeros (qué raro azulejos trianeros en un espacio tan espectacularmente moderno): Plaza Mayor, que tal es el nombre que se le ha dado al espacio abierto que hay en el primer piso de las setas.

Pues nada, Sevilla ya tiene su Plaza Mayor, como las grandes capitales europeas de las que habló el alcalde en su discurso.

jueves, 17 de marzo de 2011

Contenidos y hallazgos

El Museo se estructura en torno a tres grandes áreas con casi 5.000 metros cuadrados. Los contenidos que ofrecen los restos arqueológicos son industriales, domésticos y urbanísticos.
Paseo arqueológico: Independiente del museo, tiene unos 550 m2 y es el acceso principal del Antiquarium. Desde un vidrio de suelo a techo se adivinan los restos que se extienden en la gran sala arqueológica. El paseo se realizará a través de 400 metros cuadrados de pasarelas.
Sala arqueológica: 3.300 m2 donde se sitúan los restos arqueológicos encontrados visibles desde la pasarela.
Zona multiusos: 700 m2 para desarrollo de exposiciones temporales.
En la parte más al sur (la más cercana a calle Imagen) destaca un lucernario de 400 m2 sobre los restos arqueológicos y que ha sido construido con vigas atirantadas que salvan una luz de casi 15 metros.

Reseña de los hallazgos

El comienzo de obras de Metropol Parasol dejó al descubierto restos visibles de gran parte del periodo romano, desde Tiberio (ca. 30 d.C.) hasta el s. VI y una casa islámica almohade de los siglos XII y XIII. Aparte, este solar conservaba información de periodos que abarcan las edades media, moderna y contemporánea.
Los restos arqueológicos estarán ubicados en un espacio diáfano de 4.879 m2, con los restos de la ciudad tomana a la cota -5,45 metros y una altura libre de 3,95.

miércoles, 2 de marzo de 2011

La receta de la paella de un cocinero arrocero

Tamarit dice con contundencia que él es cocinero, “pero el problema es que como he nacido en Valencia, se nos asocia con el arroz. Por una parte es bueno, pero por otra es una etiqueta y eso no es bueno. Yo soy cocinero y luego arrocero”.
Tampoco duda cuando se le pregunta por el mejor arroz que ha probado – “de cocinar me gustan todos; de comer, la paella valenciana que hacía mi padre en el corral de mi casa es lo mejor que he comido nunca” –, y ofrece la receta:
“Lleva pollo y conejo bien rustiditos en aceite de oliva. Luego se añaden ajo picado y dos tomates rallados. Judías verdes anchas, media cucharada de pimentón dulce, agua, caracoles y alcachofas, si es temporada. Se deja hervir todo un cuarto de hora y se echa el arroz con la técnica del caballón. 15 a 18 minutos al fuego mirándolo siempre y ya está”.
Palabra de maestro arrocero.

Más de 1.000 aprendices

Juan recuerda con orgullo que debe haber enseñado a cocinar arroz a más de 1.000 personas en las 14 ediciones que lleva funcionando el seminario del arroz de la Taberna del Alabardero.
“Trato de enseñarles técnicamente el punto del arroz y, muy importante, que no le tengan miedo. Yo creo que el 90% cogen la enseñanza. Muchos me llaman después y me dicen que ya no tienen miedo y que les sale bien”.
Este año se han matriculado en el seminario cerca de 40 personas, mitad profesionales y mitad aficionados y amas de casa. Juan Tamarit prepara tres arroces al día, dos secos y uno meloso.
“Los alumnos practican, pero antes tienen que ver cómo se hace. Como realmente se aprende es viéndolo”
-Entonces, los programas de televisión son una buena cosa
-Claro que sí.