La sal que se produce en Biomaris va destinada en su mayoría a salazones, secadero de jamones, lavanderías, piscinas… Pero hay un tipo, escasa, que es sólo para consumo gastronómico.
De nuevo la influencia europea, hace siete años un francés llegó a las salinas y preguntó si tenían Flor de Sal. La respuesta fue “¿qué es?”.
Productos gourmet elaborados con Flor de Sal |
Las pilas (tajos en Cádiz) producen según qué días y sólo por la tarde una fina película de sal en la superficie del agua, a distancia de la sal gorda. “La llamábamos ‘la manta’ y se quitaba y la tirábamos porque creíamos que no servía”, recuerda Alejandro, hijo de Manoli.
“Cuando nos dijeron que era una exquisitez la recogimos, la mandamos analizar y desde entonces producimos unas cinco toneladas al año”.
Tiene sólo un 87% de cloruro sódico (1,6% de calcio y 0,84% de magnesio, además de yodo, hierro, flúor y otros componentes), impregna la comida con un aroma especial y, curiosamente, si se usa guisando no sirve. Sólo después para rectificar. Sobre un chuletón o un lomo de pescado asado se disuelve lentamente. Como si se introdujera en los alimentos…
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