Sonríe Juan Moreno cuando dice “lo complicado de vender las tortas fuera de España es explicarle a la gente qué es esto y cómo se come. Hay empresas que exportan jamón ibérico, o aceite de oliva y eso no hay que explicarlo, son productos conocidos, internacionales. Pero una torta hay que decirle a la gente hasta con qué hay que acompañarla, aunque eso…”
Tenemos delante un paquete que no se parece a los tradicionales con las letras azules. Y pone “sea salt”, es decir, “sal marina”. ¡Una torta de Inés Rosales salada!
“El mercado exterior nos ha descubierto que hay que diversificar productos y escuchando al cliente y observando costumbres hemos acabado haciendo tortas de canela para los americanos y con sésamo y sal y con romero y tomillo para el mercado anglosajón en general”.
Y resulta que esas tortas saladas son, para los ingleses, ideales para tomar… con un buen gin tonic.“También hay maridajes alrededor de nuestro producto y las tortas saladas van muy bien con el queso y van muy bien con la ginebra, tanto es así que estamos trabajando con Gin Mare (la extraordinaria ginebra alicantina) para promocionar nuestras marcas juntas…”
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