Entre otras cosas 4 de Octubre
destaca por la cantidad de personajes que aparecen. Decir que cada uno tiene un
nombre es de Perogrullo, pero sirve para introducir una curiosidad.
Un día, Miguel fue al cementerio con Carmen, su mujer. Con la cabeza
puesta en su obra empezó a leer nombres en las lápidas. Al día siguiente volvió
con papel y lápiz a un camposanto convertido en catálogo.
“Cuando piensas en nombres siempre se te ocurren los mismos. De
casualidad me di cuenta de que podía encontrar muchos y que eran reales, así
que no dudé en volver”.
Pero
estos no son los únicos personajes: “Hay otros que tienen puestos nombres de amigos míos,
y es algo hecho queriendo. En el lado contrario, dos personajes que son
matrimonio en el libro tenían los mismos nombres de pila que dos amigos míos,
pero aquellos son tan malvados en la novela que los cambié a última hora”
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